¿Te sientes perdido respecto a tu situación económica? No estás solo. Es más común de lo que crees y es importante tomar medidas para solucionarlo.
A veces dejamos pasar las cosas y no tomamos decisiones respecto a nuestros problemas porque no sabemos por dónde empezar.
Lo mejor es ir de poco en poco. Paso a paso.
Si tenemos un problema que no nos ha matado aún, podemos ir tomando pequeñas medidas que nos encaminarán en la buena dirección, sin dejar de incorporar cada vez más de ellas.
Algo siempre será mejor que nada y notarás beneficios inmediatos en cuanto empieces a hacer algunas de las cosas que pongo como ejemplo en este artículo.
La economía doméstica y las finanzas personales se comportan como un jardín. Si no tienes cuidado de él, se volverá salvaje y al final no crecerá nada salvo dientes de león. Y no es lo que le conviene a tu economía familiar. De vez en cuando tienes que mirar qué está pasando con tu dinero, donde se va y cómo puedes domesticarlo.
Hay mucha gente que tiene miedo de cualquier tema relacionado con el dinero. Pero nadie puede entender qué está pasando en su economía doméstica hasta que se sienta, lee, compara y piensa un poco en ello.
Si te tomas la molestia de cuidarlo un poco, puedes ahorrar muchos euros.

Aquí te presento van unos consejos y algunas reflexiones sobre qué debes considerar para mejorar tu economía familiar.
Índice de contenidos
Pedir un préstamo
Antes de pedir prestado dinero, es importante tener una buena visión general de la situación de tu economía doméstica. ¿Es un préstamo a corto plazo? ¿Una cantidad grande? ¿Pequeña? Los bancos pueden llegar a ofrecerte préstamos de mucho dinero. Pero cada uno pone condiciones diferentes, así que es importante que te pares a pensar primero y que decidas:
- ¿cuánto dinero necesito pedir prestado?
- ¿durante cuánto tiempo máximo puedo tenerlo hasta devolverlo?
- ¿qué cantidad mensual puedo pagar como máximo?
¡Coger la primera opción que se nos presente puede ser un problema de difícil solución al final y un trastorno grande para la economía familiar!
Aunque recibir un préstamo en blanco, todo lo que queramos, puede parecer fácil y atractivo al final puede suponernos un montón de dinero en intereses.
Compara diferentes bancos y sus condiciones. A veces tu propio banco o el primero que mires no es la mejor opción para un préstamo personal.
Agrupar préstamos
Si tienes varios préstamos pequeños puedes reducir los costes mensuales agrupándolos. Esto ayudará significativamente a tu economía doméstica.
Los préstamos son un área muy importante que hay que atacar. Hay muchos tipos diferentes de préstamos: préstamos para compra de coche o préstamos al consumo y compras de todo tipo.
Si tienes varios de estos préstamos, puedes mejor contratar un préstamo global con tu banco y repagar las deudas.
Con el banco, negocia un buen tipo de interés y comprueba en cuánto se queda el coste mensual.
Lo que determina de verdad lo que cuesta un préstamo es el tipo de interés efectivo y los distintos tipos de comisiones que se añaden a menudo.
Pregunta siempre por el tipo de interés efectivo.
El tipo de interés efectivo, o tipo de interés implícito, se calcula sumando al importe del préstamo los gastos y comisiones necesarios para formalizarlo, como por ejemplo las comisiones de apertura y estudio o las derivadas de la cancelación del préstamo.
Por lo tanto tiene en cuenta, además del interés bruto, todos los gastos derivados de la operación. Los intereses se actualizan mediante capitalización compuesta.
Seguros
¿Cuándo comprobaste por última vez si no tienes demasiados seguros?
Mucha gente se preocupa de tener asegurado todo lo importante, pero el hecho es que mucho ya lo tienes asegurado. Revisa las pólizas que tienes contratadas y lee lo que cubre tu seguro de hogar. Es posible que estés firmando seguros suplementarios que no necesitas cada vez que compras cosas y viajes.
Para los seguros importantes (hogar, coche) no tengas miedo ni pereza de cambiar de compañía de seguros si hay otra que te ofrece mejores condiciones.
Revísalo de vez en cuando, una vez al año por lo menos, unos meses antes de que se renueve automáticamente las que tienes actualmente.
Por otro lado, mi consejo es que no contrates seguros nunca de cosas que no significarían un problema grande para tu economía: ¿se rompe tu móvil? ¿rallas un coche de alquiler? ¿te pierden una maleta en un viaje?
Estas cosas, si ocurren, son un gran trastorno y un gasto de dinero. Pero seguramente no te harán descarrilar por completo. En cambio, pagando seguros sistemáticamente por todas ellas estás gastando un dinero constantemente que al final será mucho mayor que el que necesites para remediar los problemas ocasionales como los que hemos mencionado.
En seguros puedes ahorrarte fácilmente 400€ al año si lo miras con cuidado. Es una gran forma de administrar mejor tu economía doméstica.
Facturas del hogar
¿Puedes reducir tu consumo de electricidad, gas o agua? Seguro que sí. Con un consumo responsable hay muchas cosas que pueden reducirse sin afectar a tu calidad de vida ni a la de la familia.
¿Puedes buscar otro suministrador con mejores precios? Más seguro aún que también.
Mira un poco por Internet, compara precios y verás nuevas opciones en diferentes empresas o a veces incluso algún plan diferente en la que tienes ahora. Pero háblalo con ellos. No lo dejes. También puede haber bastante dinero que puedes ahorrar para ayudar a tu economía familiar.
Subscripciones
Aquí hay mucho dinero que ahorrar.
¿Cuánto pagas por subscripciones a servicios de TV o teléfono? ¿Puedes eliminar algo? ¿Si sólo ves el fútbol para qué quieres el canal de series? ¿O puedes cambiar de suministrador?
Revisa todas tus subscripciones de la casa y reflexiona sobre cuánto usas realmente cada servicio y el valor que te aporta.
Transporte
¿Necesitas un coche? ¿Seguro? Si tienes dos en la familia, ¿no os podéis apañar con uno? Cada día hay más opciones de transporte en las ciudades y para viajes más largos y cada día se están poniendo más dificultades y costes adicionales a la circulación de coches particulares.
Usa más el transporte público. O sé más imaginativo aún y piensa si te puedes unir a otros para hacer viajes conjuntos: compañeros de trabajo, vecinos… O incluso desconocidos. Hay apps que te ayudan con ello.
También puedes usas un coche compartido cuando lo necesites. Servicios como Car2go, Emov o Zity en grandes ciudades están muy de moda y creciendo.
O cualquiera de las nuevas formas de movilidad: bicicletas compartidas y patinetes eléctricos, por ejemplo. Pruébalas. Puede ser divertido.

Si no estás convencido, haz el siguiente ejercicio:
Piensa en la cantidad de horas que tienes parado el coche. O en lo que te cuesta en gasolina… pero también en seguro, impuestos, garaje, aparcamiento, reparaciones o ITV. Es un dineral absoluto. O el tiempo que pasas en atascos y el mal humor que se te pone.
Si puedes andar o usar una bicicleta, tendrás beneficios económicos y de salud. Ganas por todos los lados.
Dejar o reducir al máximo el uso del coche es una de las mejores decisiones que puedes tomar para tu economía, para tu calidad de vida, para tu salud y para la de todos tus conciudadanos.
Piénsalo.
Pequeños gastos
Piensa en cuánto gastas en pequeñas compras cada mes: café, dulces, cañas, raciones, compras impulsivas… Pueden parecer pequeñas, pero al final súmalo y verás que no es tan poco.
Es un daño pequeño pero constante a tus finanzas personales. Poco a poco se mejora, pero con estas cosas también poco a poco se nos abre un agujero tan grande que sólo es evidente cuando es ya demasiado tarde.
¿Puedes empezar a pensar en tomar café en casa o recortar alguna de las otras pequeñas cosas?
Luego están las compras de productos de consumo. Hoy día hay muchas maneras de optimizar estos gastos. Sin ir más lejos, las compras por Internet son un mundo en el que con unos pocos trucos puedes encontrar opciones muy interesantes. Si quieres ver nuestros consejos al respecto, echa un vistazo a este artículo sobre cómo comprar barato en Internet.
Son pequeños cambios de hábitos, pero que terminarán dando resultados.
Ya lo hemos dicho: poco a poco, pero sin parar.
Inversiones
¿Has pensado alguna vez en invertir en acciones o fondos?
Seguro que sí. Y a lo mejor no lo has hecho porque te ha intimidado lo difícil que parece y el riesgo a perder el dinero que tanto te ha costado ganar.
Pues bien, yo no creo que es necesario que le des otra vuelta. Con lo que estamos ahorrando con estos consejos, debemos pensar en qué hacer con el dinero. Y no debe ser gastarlo de nuevo.
Realmente hacer una inversión razonable, a largo plazo y bien diversificada no tiene por qué ser tan difícil.
Puedes leer nuestros artículos sobre ello. Con saber un poco de los fundamentos puedes tener gran parte del beneficio. Es lo que propongo aquí en El Paretiano, la ley del 80/20. Y como en otras muchas cosas, también aplica a las inversiones. En bolsa, inmobiliario o en cualquier otra inversión alternativa.
No olvides, de todas formas, que es importante invertir sólo el dinero que te puedas permitir perder.
Si estás buscando un método más seguro, echa un vistazo a fondos de inversión en los que un gestor profesional gestiona tu dinero y toma las decisiones por ti. O mejor aún, el método que recomiendo en el Paretiano (¡también lo recomienda Warren Buffet!), invierte en fondos índice, que no requieren de ninguna decisión por parte de nadie y te permiten tener una cartera diversificada, transparente y barata.
Vacaciones familiares
¿Te gusta viajar? ¿A quién no le gusta ir a conocer todos los rincones del mundo?
Pero igual que con los préstamos o los seguros: es importante comparar todas las opciones disponibles.
Si reservas un hotel, puede ser conveniente llamarles a ellos directamente, saltarte al intermediario (p.ej. el sitio web de reservas Booking o Expedia) y usar en cambio esa información que te da para negociar el precio con el hotel.
Los precios de los vuelos pueden variar mucho y es importante tener una idea de cuándo es mejor viajar, con qué compañías aéreas puedo combinar en los transfer y cuánto cuesta el vuelo habitualmente. Puede merecer la pena volar desde otra sitio o aterrizar en otro aeropuerto cercano al destino para ahorrar dinero.
Puedes considerar también viajar barato intercambiando casas con otros viajeros, por ejemplo. O alquilando habitaciones o apartamentos con Airbnb o similares.
Además, si viajas en grupo puede ser bueno hacer un estupendo viaje en coche por Europa en luega de pagar por 5 vuelos.

Y para conseguir el dinero que necesitas un buen consejo es apartar mensualmente una cantidad asignada para viajes o vacaciones futuras. Si piensas que no te lo puedes permitir en un momento dado, perfecto. No es imprescindible. A veces hay también mucha presión para volver de vacaciones y poder contar a los compañeros de trabajo los sitios estupendos donde tú también has estado. Libérate de eso. Explica a tu familia que tenéis que ahorrar más para hacer el viaje más tarde. Mira qué cosas puedes hacer sin salir de la ciudad o del pais.
Y al final, lo mejor es planificar con anticipación. Las decisiones de última hora suelen salir más caras.
Recicla. ¿Por qué comprar cosas nuevas?
Siempre hablamos de que hay que cuidar el planeta, proteger el medio ambiente y ser ecológicos. Pero lo cierto es que reutilizar, aparte de ayudar en todo lo demás, nos puede ahorrar muchísimo dinero.
¿De verdad necesitas comprarte el último modelo de un coche? ¿El nuevo móvil de pantalla maravillosa y cámara de fotos estupenda? Son daños constantes a nuestra economía familiar, por una satisfacción momentánea de algo nuevo que realmente hace lo mismo que lo que ya teníamos.
La ropa para niños es otro ejemplo clásico de que el dinero se nos puede ir rápidamente sin darnos casi cuenta. Todo el que ha tenido hijos sabe cuántas tallas diferentes va usando un niño según va creciendo. Lo razonable sería comprobar si algún familiar o amigo ha pasado por lo mismo hace poco, porque tendrá montones de ropa casi nueva que podríamos usar y que ellos estarán deseando quitarse de encima.
¿Vas a comprar ropa nueva? ¡Ve a un outlet! Las mismas marcas por mucho menos dinero. La única diferencia es que te tienes que conformar con los modelos del año pasado… No parece tan grave, ¿no?
Vigila tu economía doméstica de vez en cuando
No importa lo bien que creas que están todas tus cuentas, siempre es bueno revisar la cuenta corriente cada mes (por ejemplo cuando llega la hora de pagar las facturas). Entre otras cosas, conviene mirar cosas como las siguientes:
- Cuánto dinero se ha ido en diferentes gastos. Es aconsejable dividirlo en grupos diferentes como comida, entretenimiento, ropa, facturas, etc… para tener una buena visión global de la situación.
- ¿Nos han cobrado dos veces por lo mismo? Estos errores suceden a veces y conviene detectarlos pronto. Y reclamar que nos devuelvan el dinero lo antes posible.
- ¿Hay algún gasto que no recordemos y no nos cuadre?
Revisa todos los gastos, averigua qué grupo te cuesta más dinero y piensa en cómo puedes reducirlo.
Conclusión
Se pueden hacer muchas más cosas. Lo más importante (y el objetivo de todo este texto) es que comiences a pensar sobre las decisiones económicas que tomas cada hora de tu vida. No aceptes las cosas como son o como se han hecho siempre. Empieza a comparar entre diferentes opciones.
Actúa y toma los mandos de tu economía familiar.
Construir un colchón económico es el mejor paso que puedes dar para sentirte seguro económicamente.
Ánimo.
¿Quieres conocer más formas obvias de ahorrar que te ayudarán a llegar a ser rico antes? Lee nuestra lista de ahorros obvios que seguro que estás olvidando.